lunes, 20 de octubre de 2014

Experiencias que dejan huella


Hace unos meses atrás, una "maestra jardinera casi jubilada", como se presentó ella misma, me contactó a través de Facebook y poco después, me invitó a participar de la Feria del Libro de Malabrigo, Santa Fe. Confieso que tuve que googlear esa localidad desconocida para mí, y descubrí que está al nooooooorte de la provincia de Santa Fe a muchos kilómetros de mi ciudad, San Nicolás, provincia de Buenos Aires.

La Feria del Libro de Malabrigo ya va por su quinta edición, es bienal y surgió como una idea de un puñado de personas perteneciente al Colegio "Nuestra Señora de Guadalupe" (Escuela 1128) con mucho empuje, una energía increíble y unas tremendas ganas de acercar los libros a los niños y a toda la comunidad del pueblo, con el apoyo de la Municipalidad, a través de su inquieto Secretario de Cultura.

En su momento, algo en mi interior me dijo que tenía que aceptar esa invitación, y aún sin saber bien qué querían de mí, dije que sí. Hoy, pasado el evento, agradezco emocionada y feliz esa invitación que me hizo Sonia, las decenas de mails que intercambié con Silvia, la vicedirectora de la escuela, que fueron el eslabón que enganchó mis ganas de dejar algo de mí en Malabrigo, y sus ganas de que "los niños se acerquen cada vez más a los libros"- como me dijo Silvia en un mail.

Las fotos que muestro acá, son una pequeña selección de cientos de imágenes que captó mi marido... con su intuitivo ojo fotográfico, pero sobre todo, con el corazón, porque Malabrigo, con sus cuatro boulevares llenos de árboles añosos, sus casas sin rejas, sus bicis en la calle sin candados, su hermosa gente simple y sin vueltas, gente que sabe dar y recibir, nos llenó el alma de recuerdos imborrables y sentimientos que perdurarán en el tiempo.

Gracias, Sonia, Silvia, Mario (Director carismático de la Escuela 1128, Ubaldo (Secretario de Cultura) y a todas las maestras, alumnos, estudiantes de docencia, y personal de la escuela que nos trató con tanto cariño y nos recibió con los brazos abiertos.

La experiencia incluyó incluyó narración y charlas y juegos alrededor de mi libro Mi bisabuela Hilaria, para niños de Jardín y primeros años de primaria:







... una charla para estudiantes de docencia de nivel inicial y primaria, docentes y público en general...




... y un segundo día de talleres con chicos de diferentes edades y escuelas, con los que jugamos a imaginar ser ilustradores por un divertidísimo rato.







Momentos para atesorar en el recuerdo :)

1 comentario:

Flac_k dijo...

Que bonita experiencia! Me imagino que cuando saliste tenías la satisfacción de haber contribuido a un futuro mejor para todos ellos.

Me encantaron las fotos, pero sobretodo una frase que se leía al fondo: "Un niño que lee escribe el futuro", no puede ser más cierto! Se le abre un mundo de posibilidades y curiosidades. Y esas caritas atentas a lo que decías!

Te felicito por tan excelente labor y por contribuir a hacer un mundo mejor!

Un abrazo!