viernes, 20 de diciembre de 2013

jueves, 19 de diciembre de 2013

¡Inauguración!

Somos cuatro ilustradoras: Mirita, Laura Varela, Ale Karageorgiu y yo. Juntas, conformamos La Calesita. Ilustramos 3 meses cada una, con un tema en común: ventanas. Tres meses que por cuatro ilustradoras, resultan en 12 ventanas. Doce ventanas a este 2014 que ya llega. Poéticos Calendarios Ilustrados 2014 + set de Postales. Hoy inauguramos la muestra con venta de cuadros, originales, calendarios y postales. Y si querés comprar un calendario o postales de La calesita 2014, sólo tenés que escribirme un mail y arreglamos :)




Algo de mi "backstage" para La Calesita 2014.




Los cuadros terminados y enmarcados.


Las imágenes de mis tres meses con ventanas.




Y el sello que tallé para estampar en los cuadros y originales a la venta ;)


miércoles, 4 de diciembre de 2013

Música

Hace meses, mi amiga Lorena -música talentosísima- me preguntó si querría dibujarle una niña flautista para utilizarla en un folleto para difundir sus clases. Me tuvo mucha paciencia: tardé muuuucho en dibujársela... ¡Y ni siquiera hice lo que me pidió! La "nena flautista" no es una nena propiamente dicha, pero a ella le gustó. Y para mí, por estos días, simboliza mucho.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Novedad

¿Sos usuario de Facebook? ¿Te gustan mis ilustraciones? Si es así, te invito a visitar mi página en FB: hacé click  acá , o poné en el buscador de Facebook: Marcela Calderón Ilustraciones. Dale "Me Gusta"  a la página y seguí mis publicaciones y trabajo también por ahí.
¡Gracias!

(^!^)

viernes, 1 de noviembre de 2013

Un regalo...

...de los que me gusta pensar y hacer, a mí.







:-)

lunes, 7 de octubre de 2013

Un mural con alma

Una idea de la Comisión Vecinal de mi barrio SOMISA  fue el puntapié inicial de todo un desafío: pintar un mural en el murallón contenedor de las barrancas en la costanera del barrio, a la altura de la bajada de la calle 27 Este. Y allá fuimos con alegría a dejar un poquito de cada uno en esas paredes de metal somisero artistas de diferentes edades, diferentes vivencias, diferentes en mucho, pero con algo arraigadísimo en común: el alma somisera y el orgullo de pertenencia.
Fue un fin de semana muy cansador, de ese cansancio que te duele en cada músculo del cuerpo con el raro placer de haber disfrutado de la flexión, contorsión, estiramiento en cada pincelada de horas de trabajo, intentando dejar una impronta agradecida de todo lo que el barrio y su Naturaleza nos da a diario.
Un fin de semana hermoso. Estoy feliz.










 La idea y realización del video son de mi marido. Instaló su camarita Go Pro en un “dispositivo casero” de palo de escoba metido en soporte de caña de pescar, en un ángulo con perspectiva perfecta, y programó la camarita para que sacara una foto por minuto. Luego de terminado el mural, trabajó todo el día de hoy en la realización del video que incluye la sincronización con la música y los textos :)

lunes, 16 de septiembre de 2013

Volvieron los sellos.

Hacía mucho que no tallaba uno. Ayer, el domingo y la lluvia fueron una linda excusa para esculpir un nuevo sellito.


:-)

martes, 27 de agosto de 2013

De cuentos y lecturas (recuerdos que me asaltan sin pedir permiso)


Mi abuela Estefanía había tenido un accidente cerebro vascular siendo joven. El ACV no le había dejado secuelas que se pudieran percibir a simple vista u oído: ni problemas motrices, ni dificultad al hablar. Sin embargo, le había dejado una incapacidad que yo –como niña-nieta- no sabía que tenía: había perdido la capacidad de leer. Podía reconocer las letras por separado, pero no podía asociarlas para armar palabras o frases en una lectura.
Mi abuela era una genial “contadora de cuentos”, ya fuera en las siestas con la media luz proveniente del patio que se colaba por los espacios de las celosías de la puerta-ventana de su habitación de casa chorizo típica rosarina, como en las noches en que dormía con mis hermanos y conmigo cuando nos visitaba en San Nicolás, la magia de los mundos, personajes y situaciones que creaba, lejos de inducirnos al sueño, nos hundía en el disfrute de prolongar la vigilia.
No recuerdo que se haya negado nunca a mi “Abuela, ¿me contás un cuento?”, como a mi pedido de que me leyera un libro. El libro que acompaña esta nota, es el que me abrió los ojos a ese “problemita” que ella tenía y por eso el recuerdo es tan vívido. Algo muy común en nuestras visitas a Rosario, era que mis padres me dejaran con mis abuelos y ellos se fueran a hacer compras y trámites. (Este recuerdo es de cuando mis hermanos no habían nacido… aunque tal vez Vero sí existiera, pero era tan bebé como para que mis viejos la llevaran con ellos). Mis padres volvían de esos paseos de mañana rosarina con algún regalito para mí. Ese día el regalo fue este libro: “Las aventuras del Barón Münchhausen”, de la colección Grandes álbumes infantiles, de Editorial Sigmar. Feliz con mi nuevo libro, con la más absoluta naturalidad en mi inocencia, le pedí a mi abuela que me lo leyera… y ella accedió, como siempre lo hacía, y llenó de voces impostadas, tonos altisonantes, exclamaciones y susurros, los diálogos de los personajes que aparecían en las ilustraciones. Y yo, feliz. Pero vieron cómo son los niños de memoriosos… El tema es que el libro “leído” por mi abuela me gustó tanto, que le pedí que me lo leyera nuevamente. Y claro: la segunda lectura no coincidió exactamente con la primera y eso no sólo me sorprendió, hasta recuerdo haber sentido un cierto enojo. Y se lo hice saber, espetándole un “Abuela, no lo estás leyendo bien. El cuento no era así”. Mi abuela me miró con esa mirada mansa que siempre me dedicaba y me explicó su incapacidad. No recuerdo cómo me lo explicó, como para que yo con mis tres o cuatro años, entendiera, pero sí sé que entendí. Tanto entendí, que la realidad de esa incapacidad suya para con la lectura, me pareció aún más fascinante que sus cuentos. Se volvió más especial aún, a mis ojos, esa abuela que ya de por sí lo era. Y en esa crueldad ingenua que caracteriza a los niños, durante mucho tiempo, cuando ya empecé a leer palabras y frases por mi propia cuenta, le pedía que leyera carteles letra por letra, para luego yo leer la frase completa… Y un día, ya siendo más grande yo, ella, en nuestra casa en San Nicolás, tomó ese libro, el del Barón Münchhausen de mi biblioteca, y me pidió: “Marcelita… ¿me leerías este libro?”




viernes, 26 de julio de 2013

Novedades y felicidad

Sé que estoy posteando poco. Esta entrada les hablará del porqué :-)
Dos hermosos libros nuevos. A todo color, en papel ilustración, en ediciones de lujo.
Felicidad, alegría.
Los presentamos en la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires el fin de semana pasado. Hubo abrazos con amigos, charlas con niños lectores, dedicatorias y firmas, sellos tallados para cada libro (y para la ocasión), rubricando esa firma.
Todo fue una fiesta y una gran emoción.
Acá les dejo algunas fotos para compartir con ustedes esta alegría.











Gracias por estar siempre.