viernes, 31 de mayo de 2013

20 de mayo de 2013


La imagen más común es una bisagra. Pero en estos días, yo me imaginé un biombo. Que es un "antes y un después", pero también es un "de este lado y de aquel lado".
Otro ciclo cumplido de los tantos que conforman la vida, mi vida. Estados cíclicos que se repiten, pero nunca de igual modo. Se reiteran en el sentimiento, pero no en las variables que los componen-generan. La sensación interna es de reiteración en lo cíclico, pero de haber crecido cada vez que un ciclo se cierra.
El 20 de mayo se cerró otro. Un "antes y un después", un "de este lado y de aquel". La vorágine compuesta de innumerables variables conjugadas, entretejidas, enredadas, ajustadas... y alimentadas por mi inquieta personalidad sin contención para algunas cosas, terminó tragada por el freno que mi cuerpo impuso, ya sin indirectas ni señales sutiles, sino con la firmeza de un muro sólido ante la palabra "cirugía". Nada grave, nada que pusiera en peligro mi vida, pero lo suficientemente contundente como para obligarme a frenar. A practicar la paciencia y la templanza. Y sobre todo: a sentir que otro ciclo se cierra y yo pliego el biombo, para salir detrás de él, a este lado, a este después, fortalecida y sonriente.

Gracias por estar siempre, por pasar y leerme -aún en mis ausencias-, por el cariño y las palabras. En poquito tiempo podré mostrar ilustraciones de unos hermosos proyectos que conformaron mi "antes de" y que estaré orgullosa de compartir con ustedes.
:-)