Algunos de ustedes, lo saben. Otros, no. Sufro de migraña. Ayer, fue uno de esos días negros, en que el dolor se lleva horas y horas de mi vida, sin que yo pueda hacer nada, más que masticarlo en silencio... intentando no llorar, porque el llanto sólo agudiza el dolor.
Se me fue el domingo como un agujero negro, sin que yo pudiera hacer nada para recuperar esas horas.
Hoy me levanté de pésimo humor -aún aturdida por el dolor de ayer- sabiendo que todos mis planes para este fin de semana, se habían desbaratado. Ayer, yo debía trabajar, dibujando, para poder hoy hacer una salida larga en bici, con mis compañeros de caminos rurales. Disfrutando el feriado largo.
El trabajo de ayer, estaba sin hacer. Ergo: a hacerlo hoy y.... chau, bici :(
Dibujé toda la mañana (el día nublado se emparejaba con mi ánimo), y parte del mediodía. Avancé en el boceto y me fui relajando... Pensamientos y sentires surgían y se me entremezclaban en las líneas... Como a las tres de la tarde, dejé el lápiz, me calcé ropa y zapatillas ciclistas, y me subí a la bici... Una hora y media de pedaleo -sola con mis pensamientos-, 40 km de campo, viento en contra y cielo que se despejaba minuto a minuto, con el sol asomándose -fuera y dentro de mí-, lograron lo que siempre logran: que se fueran la tristeza y el enojo. Y volví animada y relajada, a seguir dibujando.
No fue la salida larga que había planificado, pero fue suficiente: logré romper con mi propio mecanismo de "sin salida".... Y estoy mejor :)

Bocetos para una nueva Transformación:
El Ornitorrinco.
(Si yo fuera una excéntrica millonaria (?), tendría -entre otras cosas- una casa de campo en Australia, cerca de un río, con muchas hectáreas de reserva natural llena de estos animalitos.... Son tan raros como tiernos :)