El tiempo corre inexorable.
El tiempo no cura todo.
No.
Nos envejece y nos crece.
Nos consolida en una idea y nos ofrece nuevas.
El tiempo que todo lo cura, no cura todo.
El tiempo pasa y el dolor persiste.
Pero... ya no hay enojo.
Ya no hay sensación de injusticia.
Ya no hay miedo ante la palabra muerte.
El tiempo pasa y no, no cura todo.
El tiempo en su pasar, arrastra los obcecados aferramientos y afianza los recuerdos.
El tiempo no es pasado, ni presente, ni futuro.
No cura todo, pero es sabio.